lunes, 15 de noviembre de 2010

La voz de los escritores

Nestor Roque Solis *
 
Mi maestro fue el patriarca Isaías Nicho Rodríguez, quien me motivo a integrar el Centro Federado de Periodistas de la provincia de Chancay y a escribir mis primeros ensayos. Desde muy joven leí obras de escritores de la talla de Hermógenes Colán Secas, Abelardo Ortiz Dueñas, Alfredo López Romero y de los reconocidos escritores sayaneros Isaac Salazar León y Elías Ipince: todos ellos de una pluma ejemplar.

Todos estos escritores defendieron la tierra en que nacieron y fueron coautores de la obra Chancay provincia nuestra, donde muestran sus desafíos y visiones sobre el desarrollo regional y nos enseñaron a defender la tierra.

Esa defensa tiene parangón en el plano gremial con Irene Salvador, Manuela Chafloje y Ceferino Ramírez en las calles de Huacho por la conquista de las ocho horas, no como ahora algunos huachanos desfilando con un intrascendente caudillo del Sur que poco sabe de regionalización y descentralización, y con su doble discurso exige al Congreso el traslado de la sede del gobierno regional a San Vicente de Cañete.

José Carlos Mariátegui, en sus Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, desafiaba a los caudillos tradicionales que confundían el concepto de región, igual como confunde ahora un candidato poco informado que habla de región y espanta a los espíritus de escritores y ensayistas que abordaron la regionalización con firmeza y sabiduría impar. Escribe Mariátegui:

«Llegamos a uno de los problemas sustantivos del regionalismo: la definición de las regiones. Me parece que nuestros regionalistas de antiguo cuño no se lo han planteado nunca seria y realistamente, omisión que nos remite al abstractismo y la superficialidad de su tesis. Ningún regionalista consciente pretenderá que las regiones estén demarcadas por nuestra organización política, eso es, que las ‘regiones’ son los ‘departamentos’. El departamento es un término político que no designa una realidad y menos aún una unidad económica e histórica».

No solamente definía el concepto de manera magistral el Amauta, sino que con visión de desarrollo estratégico se proyectaba hacia corredores viales de penetración a la selva. Casi un siglo después, seguimos reivindicando con firmeza y visión de futuro el desarrollo por corredores económicos y cuencas hidrográficas de la región Lima. Prosigue el Amauta:

 «El desarrollo de los centros productores de la sierra depende de la salida al mar. Y todo programa positivo de descentralización tiene que inspirarse, principalmente, en las necesidades y en las direcciones de la economía nacional».

Ahora que debatimos planes y programas del gobierno regional, lo planteado por José Carlos Mariátegui en el siglo pasado, recobra plena vigencia junto con el pensamiento y obra de los escritores de ayer y hoy de esta propuesta inteligente para el desarrollo transversal de la región.

En similar propósito, en los años ochenta del siglo pasado Javier Pulgar Vidal dio a conocer que no hay otro camino en el desarrollo de los pueblos, que no sea por la integración de los pisos ecológicos determinando ocho regiones y no las tradicionales tres regiones naturales de costa, sierra y selva.

Remontando la historia de la humanidad, hace cinco mil años Egipto florecía a orillas del Nilo, Mesopotamia entre el Tigris y el Éufrates, y surgían las primeras sociedades en China y la India.

Al mismo tiempo, en este desconocido lado del planeta una cultura de similar complejidad comenzó a articularse en América Central y el antiguo Perú. En la actualidad, las evidencias científicas sostienen que Caral, además de sede de la civilización más antigua de América y escenario de su primer Estado, comparte con Egipto, China, India, Mesopotamia y Mesoamérica la condición de foco civilizatorio de la humanidad.

En Caral se desarrollaron conocimientos científicos aplicados a la agricultura, utilizando canales de riego y terrazas agrícolas, así como en textilería y la medicina natural. Predijeron el tiempo, realizaron observaciones astronómicas con geoglifos y líneas que antecedieron a Nasca, basaron su economía en el intercambio de algodón y productos marinos con poblaciones menores de los andes centrales y la selva.

La arqueóloga Ruth Shady Solís, sustenta que Caral fue un sistema complejo que poseía una visión transversal del territorio y un manejo organizado de las tierras y el agua:

«El río y los suelos eran tratados como seres de gran importancia para la supervivencia del hombre. Había autoridades y se administraba en un contexto de ceremonia y respeto por estos importantes elementos, de los cuales depende la vida».

De modo similar, hoy pretendemos la defensa técnica y política por construir la sede de la inteligencia y de la libertad en memoria de quienes nos enseñaron que la patria se defiende con la verdad y la razón, como lo hicieron en vida José Faustino Sánchez Carrión, Domingo Mandamiento Sipán y el extinto alcalde provincial Pedro Zurita Paz.

Podríamos mencionar a otros estudiosos del desarrollo estratégico de las regiones o gobiernos regionales como quienes he compartido trabajo de planificación estratégica como Fernando Sánchez Albavera peruano brillante en la CEPAL, Manuel Dammert Egoaguirre uno de los mejores estudiosos del proceso de regionalización y descentralización y Manuel Benza Pflucker, prestigiado planificador e investigador del desarrollo e integración regional, a quien hoy sus adversarios políticos tratan de desacreditar solo por defender con firmeza la sede del gobierno regional en nuestra ciudad de Huacho.

Mi reconocimiento a los escritores, que con la pluma de la razón defendieron el desarrollo de la antigua provincia de Chancay y los pueblos del norte chico del Perú. Debatir sobre el pasado, el presente y el futuro es tarea de todos, aún cuando unos pocos se revelan entender que la patria chica se defiende. Igual como lo hicieron intelectuales, dirigentes, maestros por la autonomía y la sede de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión en nuestra ciudad de Huacho en la década de los años 60, y que ahora algunos detractores desde la propia aula universitaria lanzan disparates sobre el desarrollo de nuestra provincia y región. 

Amigos lectores: la historia se encargara de juzgar a cada quien por sus palabras y sus actos de no defender como corresponde a la tierra que nos vio nacer, y donde nuestros hijos mañana serán testigos de tránsfugas y sabandijas de la política que ven sus intereses y no los intereses de los pueblos como lo señala el Amauta José Carlos Mariátegui y la Pléyada de escritores de ayer y de hoy de la provincia de Huaura. 

*Presidente del Instituto de Gobierno y Desarrollo Corporativo (IGDC)
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