La gastronomía del Perú ha logrado conquistar el paladar de los
chilenos, aunque muchos no lo quieran admitir. Este es un tema complejo
de abordar, ya que los patriotismos de Chile empiezan a florecer cuando
se quiere comparar nuestra cocina con la de otro país. Hay que
manifestar que es difícil asumir para los chilenos que la cocina del
país del norte es muy rica, la gran mayoría la come y ha disfrutado sus
sabores por un par de décadas, pero no asume a viva voz que la cocina
peruana es sabrosa, por un sinfín de rencillas, guerras, peleas,
batallas que involucraron a personajes de la historia, que al fin de
cuenta no tienen nada que ver con nuestra realidad actual de chilenos o
peruanos.
Según lo anterior es necesario mencionar y dejar muy en claro que
quiero explicar técnicamente y como el cocinero responsable que soy, que
no escribo esta columna para hacer competir a ambas cocinas, sino
quiero demostrar una realidad que pasa en nuestro país. Las razones
pueden ser muchas, pero no vienen al caso ahondar en ellas.
En los últimos años el boom por los restaurantes peruanos cada vez es
más fuerte. En la gran mayoría de las ciudades de nuestro país existe un
restaurant peruano, ahora: ¿por qué tiene tanto éxito la comida peruana
en nuestro país? A continuación paso a detallar cuáles son esas
razones, considerando que en nuestra cocina chilena no tienen nada que
ver la cocina peruana, por lo tanto lo que voy a detallar no es una
comparación, ni por alabar la cocina de nuestros hermanos peruanos voy a
dejar de ser más o menos chileno.
No cabe duda que la cocina peruana es sabrosa, su lógica es muy simple y
no debemos olvidar que Perú fue Virreinato de España, por lo tanto lo
consumido por el virrey del Perú era lo mismo que comía el Rey de
España.
Otra razón es la influencia de la culinaria Inca, junto a la influencia
de africanos, chinos, japoneses, que, en resumen, hacen que las mezclas
de productos y sabores den el resultado de lo que es la comida peruana
hoy. Estas culturas se distribuyeron en diferentes partes del
territorio, en donde esa mezcla se hacía con el producto que la
geografía otorga, ya sea la costa, la sierra y la selva.
Rescatable, e imitable (lo bueno hay que copiarlo), es lo que hizo el
Perú entero hace 15 años atrás, en donde se pusieron de acuerdo desde
Rey a paje, es decir, todas las entidades de gobierno, dirigentes,
cocineros, ministros, agentes de turismo y personeros de la cultura y el
arte. Se convencieron (dejando envidias, egos personales y eufemismos
de lado) que la cocina era parte de su cultura y salieron al mundo con
un grupo de platos íconos o bandera como lo llaman, a mostrarlos, a
enseñar cómo se preparaban y por supuesto a degustarlo.
Hace 15 años atrás los primeros peruanos que llegaron a Santiago fueron
algunos chef, cocineros y empresarios gastronómicos, se instalaron con
algunos locales grandes, de gran infraestructura y con una inversión no
menor; en cambio hoy se han instalado varios de los ya mencionados, y
también algunos de los que no requieren de una gran infraestructura. Y
están situados en alguna casa antigua o un local de poco glamour,
escondido en diferentes barrios céntricos del gran Santiago.
Los precios que se detallan en las cartas de los restaurantes son
variados, van desde los muy económicos hasta otros más caros, y algunos
inalcanzables para el promedio de los bolsillos chilenos, sus cartas son
más bien similares, ya que los platos más apetecidos por los chilenos
entran en los primeros platos presentados por peruanos en el mundo
entero.
Sus sabores son muy bien definidos, en donde el cuidado por el producto
es una filosofía dentro de la cocina, se respetan puntos de cocción y
aplicaciones de técnicas refinadas para lograr el único objetivo de
hacer un plato sabroso con un par de simples ingredientes.
Estoy convencido que el arraigo a la cultura y a las raíces ancestrales
del pueblo peruano también influye en que simples y modestos cocineros
produzcan platos con el aplomo y empoderamiento que lo han hecho y lo
realizan hasta hoy. Esto, más lo expuesto anteriormente producen la gran
aceptación del sabor de la cocina peruana en los habitantes de nuestro
país.
ÁLVARO LOIS
De El Mercurio de Chile
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