martes, 6 de marzo de 2012

"Las policías de tránsito enseñan valores antes de sancionar"



  • Afirma suboficial brigadier Ivonne Infante Chumpitaz
Suboficial brigadier de tránsito, Ivonne Infante Chumpitaz Foto: ANDINA/Josimar Cóndor
Suboficial brigadier de tránsito, Ivonne Infante
Chumpitaz Foto: ANDINA/Josimar Cóndor
 
Lima, mar. 06 (ANDINA). Tener jornadas de trabajo que la obligan a descansar solo cuatro o cinco horas o el haber sido víctima de una balacera no han desanimado a la suboficial brigadier Ivonne Infante Chumpitaz a seguir formando parte de la Policía de Tránsito, institución para la que ha servido desde hace 19 años y que le ha dado satisfacciones, antes que decepciones.

Integrante de una familia con tradición policial (su abuelo y padre pertenecieron a la institución) y madre de tres hijos, la suboficial señaló que su labor no solo se limita a imponer papeletas o a dirigir el tránsito, sino que va más allá al trasladar su papel de formadoras del hogar a las calles, "donde antes de sancionar, deben enseñar valores".

Afirmó que esa cualidad de orientar a los demás que caracteriza a las mujeres policías de tránsito permitió mejorar la imagen de esta división, pero también reconoció que la institución ha sido afectada por algunos malos efectivos involucrados en casos de corrupción.

Infante Chumpitaz sale de su hogar en el Callao cuando los ciudadanos en general aún descansan (05.45 horas), y se dirige a un edificio de la avenida Javier Prado, desde donde coordina con otras policías el tránsito en esa vía, una de las más importantes de Lima.

“Una policía de tránsito que también es madre termina acostándose pasada la medianoche. Nuestro trabajo puede terminar a las 22:00 horas, pero en la casa nos ocupamos de nuestros hijos”, 
comentó hoy Infante Chumpitaz a la agencia Andina, a dos días de celebrarse el Día Internacional de la Mujer.

La suboficial brigadier, que antes ha servido en la Policía de Turismo y Seguridad del Estado, comprende que los conductores pueden tener conductas inapropiadas por el estrés y el tráfico, pero aseguró que no se amilana y sabe cómo enfrentar esas situaciones.

Paradójicamente, Ivonne Infante tiene más altercados con las mujeres al volante que con aquellos del sexo opuesto porque, según considera, los hombres han aprendido a respetar a las policías gracias al carácter que ellas van formando con los años.

La labor que cumple en el mirador de tránsito de la Av. Javier Prado con Paseo de la República, y antes a pie, en moto y en una caseta es muy intensa, porque tanto conductores  como peatones están pendientes de sus órdenes en horas punta; sin embargo, la policía se las ingenia para comunicarse con sus hijos.

“Como policía de tránsito te sientes muy útil, pero igual las que somos madres nos preocupamos por los hijos. En los momentos libres que nos corresponde hablo con mis hijos por celular, me interesa lo que hacen o si están bien”, señala.

Si bien una policía de tránsito puede enfrentar malos ratos por el mal comportamiento de algunos conductores, Infante Chumpitaz reconoce que el problema que sí podría generar el abandono o cambio de trabajo es contraer alguna enfermedad.

La suboficial que cumple el régimen de 24 por 24 horas (un día de trabajo y otro de descanso) señala que algunas policías de tránsito se ven obligadas a cambiar de división para recuperarse de enfermedades respiratorias y otras contraídas como consecuencia del trabajo diario en las calles.

Todas esas dificultades, sin embargo, no han hecho que Ivonne Infante Chumpitaz piense ni un solo instante en abandonar la institución policial que, en su momento, también acogió a su abuelo, padre y esposo, quien comprende sus largas horas de servicio y es su soporte en el hogar.

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