La calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor's anunció que está considerando mejorar la calificación del Perú debido a su perspectiva favorable de crecimiento a largo plazo y su capacidad de enfrentar un panorama internacional adverso para los precios de los metales.
La economía peruana mantiene el grado de inversión que le han conferido las principales agencias calificadoras, Standard & Poor's, Moody's y Fitch Ratings. Esta categoría, que la tienen pocas economías de la región Chile, Brasil y Colombia, es sinónimo de confianza para las inversiones, finanzas y negocios internacionales.
En su reciente reporte La senda a mejorar en la calificación para Colombia y Perú, Standard & Poor's admite, en efecto, que el Perú ha aumentado y diversificado su volumen de exportaciones manteniéndolas al alza, y que ha elevado su capacidad de consumo interno.
Estos factores, según la calificadora, están contrarrestando con eficacia el impacto de los menores precios de los commodities (exportaciones tradicionales sin valor agregado, principalmente metales).
Standard & Poor's elevó la calificación crediticia de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de Perú a BBB- en julio de 2008 y a BBB en agosto de 2011, dentro del grado de inversión.
Le asignó, asimismo, una perspectiva positiva en agosto de 2012, pronóstico que se viene cumpliendo incluso más allá de los estimados originales, pues el promedio de crecimiento del PBI anual se mantiene por encima de 6% y se espera similar rendimiento para los próximos años.
Otro factor decisivo para que nuestra economía consolide la confianza internacional es el flujo de inversiones, el cual no se ha retraído; por el contrario, se ha incrementado en todos los rubros de la producción y el comercio.
¿Qué es lo que debe hacer el Perú para seguir ascendiendo en la escala de calificaciones de las agencias de riesgo crediticio y para mantener su imagen de país destino seguro para las inversiones en su máxima meta de acceder al primer mundo, desarrollado e industrializado?
El presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, ratificó recientemente, en una entrevista concedida a la revista estadounidense Latin Finance, que hay que priorizar las inversiones en infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones.
Esos son los soportes que deben sostener la nueva economía peruana, más robusta y expansiva, con más crecimiento para llegar progresivamente a la etapa de la industrialización y la producción con valor agregado.
Sin una infraestructura moderna, que cubra todo el territorio nacional, el crecimiento acelerado más temprano que tarde se verá limitado por una camisa de fuerza que le impedirá expandirse.
En la citada entrevista, el Jefe del Estado lo ha explicado con toda claridad: "Necesitamos más infraestructura, más energía, más servicios. Necesitamos reducir riesgos para garantizar una economía sana y políticas públicas para asegurar que el crecimiento está llegando a las personas que lo necesitan."
De allí que el Gobierno esté dando primera importancia a la construcción de carreteras e incrementar nuestras fuentes energéticas con la modernización de la refinería de Talara, la construcción del Gasoducto Sur peruano, entre otros; y, por otro lado, la construcción y modernización de aeropuertos y terminales marítimos.
De este modo, se busca alcanzar la doble meta de la prosperidad con inclusión social.
"En su reciente reporte La senda a mejorar en la calificación para Colombia y Perú, Standard & Poor's admite, en efecto, que el Perú ha aumentado y diversificado su volumen de exportaciones manteniéndolas al alza, y que ha elevado su capacidad de consumo interno."
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