miércoles, 3 de abril de 2013

Indultos a condenados por narcotráfico obstaculizaron lucha antidrogas


  • Antezana señala que régimen aprista proyectó la imagen de un gobierno complaciente
Sociólogo y especialista en temas de
narcotráfico, Jaime Antezana.
Foto: ANDINA/archivo. 
Lima, abr. 03 (ANDINA). Los indultos y las conmutaciones de penas dadas a sentenciados por narcotráfico durante la gestión del expresidente Alan García “atentaron contra la política antidrogas del Estado”, opinó el especialista en temas de narcotráfico, Jaime Antezana. 

Sostuvo que la medida resultó contraproducente, porque más de la mitad de los 5,500 beneficiados con las gracias presidenciales purgaba condenas por drogas y la decisión se tomó en un contexto en que el país estaba a punto de convertirse en primer productor mundial de hoja de coca.

“Estuvimos ante un verdadero carnaval de liberaciones de narcotraficantes. En el gobierno de Alan García se atacaron los eslabones bajos de la cadena del narcotráfico, capturando a estas personas que luego fueron indultadas o conmutadas sus penas”, declaró al Diario Oficial El Peruano.

A su entender, en el régimen anterior (2006-2011) se proyectó la imagen de un “gobierno complaciente” con el tráfico ilícito de drogas y que atentó contra la política antinarcóticos de la Policía Nacional del Perú (PNP).

De 2006 a 2011, el Perú estuvo a punto de convertirse en el primer productor de hoja de coca a escala mundial, al tener 61 mil hectáreas. Colombia contaba con 62 mil hectáreas.

“El problema no es legal, es moral. ¿Cómo es posible que se libere a narcotraficantes en un contexto en que esta lacra está en ascenso? Hubo una intención de favorecer a los eslabones bajos del narcotráfico”, aseveró el analista.

Indultos indiscriminados

Por su parte, Rubén Vargas, también especialista en temas de narcotráfico, manifestó que la conmutación de penas “fue un abuso porque los beneficios se hicieron de forma indiscriminada”.

Vargas observó que no se trata de microcomercializadores, sino de personas que integraron, incluso, cárteles de drogas y otras que tuvieron que ver con el procesamiento de sustancias ilícitas.

“El tema resulta sumamente grave porque uno de los primeros fracasos de ese gobierno fue el manejo de la seguridad interna y, dentro de ella, la lucha contra las drogas y el terrorismo prácticamente estuvo abandonada”, puntualizó.

Añadió que “en las cuencas cocaleras y en la persecución del crimen organizado no se hizo nada. Si a eso se suma que a los pocos capturados luego se les indultó o se les rebajó la pena, entonces lo que tenemos es un mensaje absolutamente funesto”.

“El mensaje es que el narcotráfico no es un delito grave y si te atrapa la Policía y el Poder Judicial te juzga y sentencia, luego el poder político te perdona y te vas a tu casa”, recalcó.

Advirtió que en la concesión de los cuestionados beneficios “la responsabilidad política es del expresidente Alan García, a no ser que una investigación determine que hubo criterios oscuros para tomar decisiones”.

“Si este fuera el caso, sería gravísimo y el Ministerio Público debería investigar, al igual que el Congreso”, sentenció.

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