lunes, 1 de noviembre de 2010

El futuro del Archivo General de la Nación



La deteriorada situación del Archivo General de la Nación (AGN) es un tema recurrente. La razón estriba en que los archivos públicos de nuestro país no se han hallado entre las principales prioridades de los diferentes gobiernos. Pese a la riqueza e importancia de los documentos que albergan, no han recibido históricamente el financiamiento que requieren para preservarlos acorde con las nuevas tecnologías de la información.

Esta situación debería cambiar ahora que, entre otras instituciones, el histórico archivo pasará a manos del nuevo Ministerio de Cultura que, como se sabe, tiene en sus manos también el Instituto Nacional de Cultura (INC), la Biblioteca Nacional del Perú, la Academia Mayor de la Lengua Quechua, el Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuano (Indepa) y el Instituto de Radio y Televisión Peruana, entre otros.

Según ha informado nuestro Diario, las urgencias son hoy mayores. Se necesita acceder a sistemas modernos que permitan conservar los documentos en físico y al mismo tiempo impedir su manipulación, siniestralidad o pérdida. La salida radica en la digitalización de sus innumerables cartas, libros y otros papeles que forman parte del Patrimonio Histórico de la Nación, cuyas versiones electrónicas son las que deben ponerse a disposición de los usuarios, a fin de cautelar los originales.

Para ello no es difícil imaginar que se necesita un presupuesto importante que el Estado deberá asignar al archivo o, en su defecto, conseguirlo por otras vías. Por ejemplo, atrayendo la atención del sector privado local, interesado en contribuir con la preservación de la cultura y el patrimonio, o de la cooperación internacional. Lo que no puede hacer el Gobierno es seguir dando la espalda a la crisis de una institución de relevancia indiscutible en la vida del país y la memoria nacional.

Se necesitan también fondos superiores a los 4 millones de soles que actualmente recibe el archivo de la caja fiscal, para no solo ampliar el equipo responsable de su cuidado y preservación, sino para capacitarlos permanentemente en las nuevas técnicas archivísticas.

No se puede desconocer que, en el 2005, el gobierno de Alejandro Toledo inició el proceso de salvación del Archivo General de la Nación. Sin embargo, en setiembre del 2006, se dio a conocer el escandaloso tráfico de una parte de sus históricos documentos y de otras colecciones que empezaron a venderse al mejor postor en el mercado negro de España y Canadá.

Entonces, la intervención de la Sunat impidió la salida del país de una parte de estos bienes culturales. Pero hoy, como ha dado a conocer nuestro Diario, muchos documentos de origen colonial y republicano sustraídos del Perú se venden en Internet, donde son ofertados libre e impunemente por vendedores encubiertos. Evidentemente, las mafias de traficantes alentados por falsos coleccionistas aprovechan las ventajas del ciberespacio.

El problema del AGN es de presupuestos, pero también de seguridad y de presencia de un Estado que sigue menoscabando recursos a la historia de nuestro país.
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Fuente: El Comercio Perú
Lunes 01 de noviembre de 2010 - 08:00 am
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