sábado, 30 de abril de 2011

Minsa: 18 mil adolescentes que se convierten en madres hablan alguna lengua nativa



Lima, abr. 30 (ANDINA). Más de 18 mil adolescentes peruanas entre 15 y 19 años, que representa el 18.4% jóvenes que residen en zonas rurales del país y que hablan alguna lengua nativa como lengua materna, se convierten en madres durante su adolescencia, informó el Ministerio de Salud (Minsa).


César Torres Nonajulca, coordinador de la Unidad Técnica Funcional de Derechos Humanos, Equidad de Género e Interculturalidad en Salud de la Dirección General de Promoción de la Salud del Minsa, dijo que las Direcciones Regionales de Salud implementan acciones promoviendo la reducción de las brechas de desigualdad en salud.


Ello permite, dijo, la mejora de la salud materna infantil, la salud mental y cultural de buen trato para la prevención de violencia en las mujeres.


Detalló que en el distrito de Huancarani, en Cusco, población quechua hablante que alberga 6, 320 habitantes, logró incrementar los partos en poco más de una década, de tan sólo seis en el año 1997 a 244 en el 2009 y cuya estadística no registra ninguna muerte materna en ocho años.


A ello se suma, la atención en salud que es reforzada para las mujeres del interior del país en las 465 casas maternas del Ministerio de Salud (Minsa) que permiten reducir la deserción escolar y oportunidades vocacionales limitadas, considerada como consecuencias psicosociales del embarazo adolescente como son lo que lleva a la perpetuación de la pobreza.


En las zonas rurales del país, las mujeres analfabetas de lengua castellana representan el 22%, mientras este porcentaje desciende en la población masculina a 7.6%.


En cambio, esta situación alcanza su punto más crítico en el escenario rural, ya que el porcentaje de aquellas mujeres analfabetas, cuya lengua materna es nativa, es de 40.7%.


Las adolescentes presentan mayor morbimortalidad materna y perinatal como prematurez, síndrome hipertensivo del embarazo, anemia, infecciones de trasmisión sexual y mayor mortalidad materna.


Las consecuencias adversas para el hijo son bajo peso de nacimiento, prematuridad, mayor incidencia de traumatismos e infecciones.

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