A pesar de que el presidente Alan García se jacta de haber iniciado un sinfín de obras –llamando envidiosos a quienes las critican–, y de haber hecho mucho más que sus antecesores, lo cierto es que dejará su segundo mandato con una mayoritaria desaprobación a su gestión. Aunque la descalificación a su gobierno no llega a los niveles de ‘su primera vez’, García se va apenas con 42% de aprobación nacional, y un 54% de desaprobación.
Según el último sondeo nacional urbano de Ipsos-Apoyo, realizado entre el 12 y 15 de julio, García tiene menos aprobación en el oriente del país, donde ese indicador apenas llega al 24%, mientras que en Lima sí recibe mayor respaldo: 48%.
Asimismo, su gestión recibe mayor aprobación en sectores socioeconómicos altos, A y B, en los que alcanza 67% y 52%, respectivamente, y obtiene un mayor rechazo en los sectores más bajos, D y E, en los que llega a 60% y 65%, respectivamente.
No obstante, García dejará el gobierno con una mayor desaprobación en la capital que Alejandro Toledo, quien según diversos sondeos de 2006 se fue de Palacio con menos rechazo. El Instituto de Opinión Pública de la Católica le dio, en junio de 2006, 45% de desaprobación, mientras que el Grupo de Opinión Pública de la U. de Lima indicó que el 43,2% no aprobaba su gestión, al término de la misma.
De acuerdo con esos estudios, Toledo se fue con más de 50% de aprobación en Lima, algo que García, a quien le gustaba compararse con su antecesor en cuestiones de respaldo popular, no ha podido ni podrá superar en la capital, pese al festín de inauguraciones ‘monument a l e s ’. (Esto pasó en Lima, pues, en el ámbito nacional, Toledo se fue con un 35% de aprobación en promedio, mientras que García se va con un 42%).
Otro dato por considerar es el hecho de que García empezó su gobierno (2006) con un respaldo nacional de 50% y con un 46% de peruanos con pocas esperanzas en él (según Datum). La situación que afrontará Ollanta Humala será diferente a eso, pues según el reciente sondeo de Ipsos-Apoyo, este empezará su gestión con una aprobación de 41%, una desaprobación de 31% y un incierto 28% de peruanos que no precisaron su posición.
MUCHA CORRUPCIÓN
Pero, ¿a qué se debe que García se vaya con este resultado? Si bien el actual Presidente ha recuperado puntos en su aprobación en los últimos meses, cuando incluso llegó a tener 26% de respaldo, la población señala como el principal problema para desaprobarlo el tema de “la mucha corrupción en su gobierno”.
Según el sondeo nacional urbano de Ipsos-Apoyo, el 49% de encuestados considera esto como la primera razón de su descalificación, seguido por la subida de precios y la inflación (47%). Asimismo, el 39% no respalda su gestión porque no hay seguridad ciudadana y hay mucha delincuencia.
Del mismo modo, cuando se pregunta a los entrevistados si creen que “el Perú ha mejorado, sigue igual o ha empeorado, en comparación con hace cinco años”, el 44% considera que el país sigue igual y el 17% indica que ha empeorado. Solo el 37% señaló que el Perú ha mejorado en comparación con 2006.
LUIS GARCÍA
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