Las muertes de Ciro Castillo Rojo, Walter Oyarce y la niña Pierina, además del atentado contra la pequeña Arianna Reggiardo completaron un año con noticias que nos llenaron de indignación
ÁNGEL HUGO PILARES
@angelhugo
Redacción Online
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En medio de todos los terribles casos policiales que se han cubierto
durante el 2011, el año nos despide con una noticia que da esperanza. Los
hombres que dispararon contra la niña Romina Cornejo el 2010
están tras las rejas, condenados a
cadena perpetua por su execrable crimen. Sin embargo, este año
hubo otros hechos que marcaron las páginas de sangre, muerte, dolor e
indignación.
1. La desaparición de Ciro Castillo
Rojo. Lo que empezó con la historia de un par de
jóvenes desaparecidos durante un viaje de placer al Colca, en abril, cobró
tintes macabros con todas las suposiciones que se armaron alrededor del caso.
Las aparentes contradicciones de la novia de Ciro Castillo, Rosario Ponce (encontrada nueve
días después de la desaparición), detalles de la vida de la pareja y
la acusación del padre del muchacho de que el fondo del caso era un homicidio siguen
sonando pese a que el cuerpo de Ciro Castillo Rojo Caballero apareció el 16
de octubre. La historia nos deja, eso sí, a un padre que se ha
caracterizado por una búsqueda
imperturbable de la verdad. [Puedes leer una
completa cronología sobre el caso haciendo clic aquí]
2. La muerte de Walter Oyarce. Hasta
el clásico del 24
de setiembre, la violencia en los estadios de fútbol no había
llegado a los palcos y parecía patrimonio exclusivo de las tribunas populares.
Ese día, David
Sánchez-Manrique Pancorvo –hijo de un reputado notario– acudió
al estadio
Monumental e inició junto a sus amigos hinchas de la ‘U’ (entre los que se
encontraba un ex líder de
la Trinchera Norte conocido
como ‘Cholo Payet’), una ola de
violencia que arrasó con todos los palcos suite que encontraron en su camino.
En uno de ellos, ubicado en la tribuna sur, Walter Oyarce Domínguez se
les enfrentó y acabó cayendo ocho
metros para fallecer casi en el acto. Los principales
implicados huyeron y se entregaron poco tiempo después, al tiempo que
sindicaban a uno de ellos, conocido como ‘Negro Ampilio’,
como autor material del crimen. Sin embargo, Sánchez-Manrique y ‘Cholo Payet’ siguen siendo
los principales sospechosos gracias a la declaración de testigos
protegidos y contra la conveniente aparición de otros que
aseguran que el joven tropezó y se
cayó. Aún siguen las investigaciones en un caso que ha cerrado el
estadio crema y enlutado al fútbol peruano.
3. El asesinato de Gerson Falla. Domingo
24 de abril: Gerson Falla,
vigilante, 26 años, padre de un niño de cinco, fue intervenido por la
Policía en una panadería de la avenida Canadá, en San Borja. El martes
siguiente falleció como
consecuencia de una serie de golpes que había recibido en órganos vitales. La
investigación fiscal determinó que la tortura en contra de Falla se dio
durante el traslado a la comisaría de San Borja así como en el interior de la
referida dependencia policial. El padre de Gerson, que ha
iniciado una cruzada para que los agentes agresores sean sancionados, cuenta
que incluso amenazaron a su
hijo con violarlo. Buena parte de ese acto de lesa humanidad ha
quedado registrado en un video y,
aunque los implicados digan que “nadie ha muerto
de un varazo” o el general Javier Sanguinetti —entonces
jefe de la séptima región policial— diga que Gerson estaba drogado (como anunció en
una conferencia de prensa), lo cierto es que aún se espera justicia
para este joven.
4. El
homicidio de Pierina. ¿Qué puede llevar a una madre a matar
a su hija? ¿Qué clase de persona puede torturar a una criatura indefensa?
Quizás las respuestas a estas enfermizas preguntas las tenga alguna de las
pericias psicológicas que se le practicaron a Isabel Mirella
Tello Chanduví, la madre que torturó, violó y asesinó a su hija
Pierina Nicole, una mujer que demostró su insania desde que dio los detalles de
un crimen en el que también se ha involucrado a su madre, Bertha Chanduví, abuela de
la pequeña con antecedentes penales y acusada de torturar a sus
nietos. Ángela de la
Fuente Otiniano es otro personaje en esta historia, quien
habría estado ideando una coartada para el crimen y el padrastro de los niños, Jonathan Nieto,
no se siente culpable por no haber llamado a la Policía. Tello Chanduví acusa
haber sido violada de niña,
lo que la habría convertido en el monstruo que maltrataba a sus
hijos y que los medios han retratado hasta el hartazgo. Lo
terrible de este caso es que el padre de Pierina no había recibido la patria
potestad por no tener
recursos, evidenciando que el sistema judicial no siempre termina
haciendo lo mejor para los pequeños a los que busca defender.
5. El terrible accidente que enlutó la
Vía Expresa Cuando la Policía llegó al lugar del accidente,
el auto de Percy Moscol no tenía
chofer. El hombre que causó el choque en la Vía Expresa había huido de la
escena luego de impactar con un taxi, dejando a dos personas muertas y cuatro
heridas. Una de ellas era su copiloto, David Chaparro, quien admitió que su
amigo estaba ebrio. Moscol, en tanto, salió del vehículo y huyó a
Cieneguiilla. Ahí fue atendido en un hospital donde aseguró que
había sido drogado y asaltado. La Policía cree que el causante del accidente
estaba haciendo ‘piques’ con Ricardo Jesús López Abarca, un hombre de 31 años
con un pésimo récord
de tránsito, y que fue este el que lo sacó de la escena del
accidente. Moscol, que se entregó a la Policía 12 días después del
choque, ahora afronta un juicio.
6. Arianna Reggiardo. La
hija del congresista Renzo Reggiardo tiene
hoy diez años. Hace unos meses, cuando tenía nueve, ella iba con su madre a
bordo del auto de la familia cuando una banda de delincuentes las interceptó con
dos automóviles en San Borja. Dos hombres del cuerpo de seguridad del
congresista quedaron heridos cuando se enfrentaron a los asaltantes,
que dispararon hasta en ocho ocasiones al auto del parlamentario, pero lo que
conmovió a todo el país fue el balazo que recibió en el pecho la pequeña Arianna, quien estuvo una
semana en cuidados intensivos y ha pasado mucho tiempo tratando de superar el
impacto que este hecho causó a su vida. Hoy, solo falta capturar a uno
de los responsables de este crimen, y la niña ha reaparecido
en televisión rogando a Dios que nadie atraviese la situación
que ella ha pasado.
7. Balacera en defensa propia. El
empresario Luis Miguel
Llanos Carrillo (39) pudo ser una víctima más de la violencia
pero decidió enfrentarse a los dos hombres que bajaron de un vehículo para
asaltar a su novia, Andrea
Voto-Bernales Larraín, de 36 años e hija del embajador de Perú en
Colombia, Jorge Voto-Bernales Gatica. ¿El resultado? Una balacera que
acabó con dos de los maleantes muertos y con otros dos fugados. Llanos
Carrillo, un abogado con experiencia en artes marciales y manejo de armas, es víctima de
amenazas y pide al gobierno que se cambien las leyes a favor de
las personas que repelen ataques en legítima defensa propia.
8. El
atropellado al que nadie ayudó. La foto,
enviada por una tuitera a elcomercio.pe fue elocuente: un
cuerpo permanecía tirado en plena Vía Expresa y los autos solamente lo
evitaban. Nadie, durante 45 minutos, fue capaz de ayudar a un indigente que
acababa de ser atropellado a la altura del puente Angamos. La imagen hizo
estallar la realidad en la que vivimos ante nuestros rostros. El hombre, que no
fue identificado, solo sufrió una contusión en la cadera, pero lo que quedó en
nuestras retinas fue el testimonio de la poca piedad de algunas personas ante
el dolor ajeno.
9. El doctor
y los huesos. Adalberto Meneses Rivas fue detenido por
coleccionar huesos humanos. Su propia esposa, Juana Echevarría, lo denunció. La
inspección policial dentro de la casa no deja dudas de una afición macabra.
Meneses Rivas tenía huesos conformando obras de arte y
utensilios de los más variados, pero lo que llamó la atención fue la
denuncia de su cónyuge, quien aseguraba que había sido secuestrada y
drogada. “Cuando sospeché es cuando empecé a tener miedo, pánico;
pero quién me iba a creer si él me había declarado loca. El año pasado he
estado internada en un sanatorio con locos al lado”, comentó la mujer.
10.
Protagonizó una balacera en San Isidro y luego se resistió al arresto. Luis Cadarso Moreyra es
el nombre del empresario que protagonizó un incidente
increíble. En las apacibles calles de San Isidro, el hombre de 44
años condujo su lujosa camioneta BMW mientras lanzaba 16 tiros al aire y huía
de Serenazgo chocando, en el camino, contra 4 vehículos y 2 postes de alumbrado
público. Al ser detenido por la Policía, el hombre cuyo dosaje etílico arrojó 1,8
gramos de alcohol por litro de sangre, se resistió a salir del
vehículo. Su defensa argumentaba que hace años había sido secuestrado y que pensó que iba a
ser víctima de delincuentes otra vez, por lo que se dedicó a hacer
algunos disparos disuasivos. La acusación fiscal sobre este empresario no
contempló que estaba ebrio y que se resistió a la autoridad. Solo es
procesado por posesión de armas.
El Comercio
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