domingo, 30 de junio de 2013

La fiesta de San Pedro y San Pablo


Mundo cristiano

Carmen Meza Ingar

LLEGAMOS una vez más a la celebración mundial del Día del Papa, cuando la Iglesia tiene un pontífice sudamericano. El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, es hoy Francisco.

La fecha nos invita también a referirnos a San Pedro y San Pablo, dando una rápida mirada a los antecedentes históricos y litúrgicos de una fecha que conmemora, según los textos, el magisterio y primado de Pedro.

La antigua liturgia celebraba dos fiestas. Una de ellas era el 22 de febrero y se dedicaba a considerar el beneficio que la Iglesia recibió de la presencia del apóstol San Pedro en Antioquia, al trasladarse a esa ciudad el año 40 de nuestra era. La otra fiesta era el 18 de enero, celebrando su ingreso a Roma, en el año 48.

Las dos fiestas destacaban el poder que Cristo dio al príncipe de los apóstoles cuando le hizo su vicario y piedra fundamental de su Iglesia. San Pedro empezó a ejercer su 
En el año 48, Pedro pasó a Roma, capital del Imperio. Era el segundo año del reinado de Nerón. Y Pedro había llegado rodeado de una pobreza de medios para conquistar la capital del mundo. Allí se quedó 25 años.

La historia señala que la celebración de la fiesta de San Pedro data del siglo V en Roma. De ahí pasó a la tradición hispano-visigótica y galicana. Como no se conocía la fecha exacta de su martirio, el 29 se conmemora el traslado de sus reliquias, siendo el origen una reunión funeraria.

Este 29 de junio también es de preparación para la juventud del mundo que irá en julio a Brasil a celebrar con el papa Francisco la Jornada Mundial de la Juventud.


Las Jornadas Mundiales de la Juventud son experiencias de fe, encuentros de la juventud del mundo con hermosos lemas como “Sois la sal de la tierra”, la esperanza del universo, lo mejor de la humanidad. Cada jornada es importante; la primera, de 1984, dio lugar a que las Naciones Unidas proclamara 1985 como el Año Internacional de la Juventud.

El papa Francisco es el papa de un continente de jóvenes y de la esperanza, como se conoce a América.

El Peruano

No hay comentarios:

Publicar un comentario