- Descubrimiento se da en Vichama, sitio arqueológico cercano a Huacho
Végueta, ago. 29 (ANDINA). Recientes trabajos de arqueología están permitiendo conocer aspectos ocultos de la religiosidad de la civilización más antigua de América. Lo más saltante es la aparición de una figura de un batracio con manos humanas que representaría a la fertilidad.
A las afueras del pueblo de Végueta, a pocos minutos de Huacho, se encuentra Vichama, sitio arqueológico de la civilización Caral.
Es en este lugar donde se ha hallado, hasta el momento, el más antiguo ídolo en forma de batracio del país.
Así lo informa el arqueólogo Carlos Bacigalupo, encargado del lugar por el Programa Especial Arqueológico Caral Supe (PEACS).
El especialista añade que este ser es probablemente la más temprana representación del culto andino a los sapos como portadores de lluvias y fertilidad.
Hace unos años, el PEACS, liderado por la doctora Ruth Shady, empezó a trabajar este lugar para prevenir su destrucción y posible huaqueo.
En sus 136 hectáreas de extensión se le dio atención a las áreas afectadas por alguna intervención contemporánea. Una de ellas es la zona de la llamada pirámide de las Cornisas, la que sufrió una excavación informal en la década de 1970.
En 2011 se descubrió en su cúspide el inicio de un grabado en bajorrelieve.
Solo unos pocos centímetros estaban expuestos. Al resto lo cubría una capa de relleno.
Tatiana Abad, arqueóloga a cargo del sector, nos explica que se decidió mantenerlo tal cual para evitar su deterioro.
Sin embargo, con el tiempo el material de relleno empezó a ceder.
Obligados por las circunstancias, tuvieron que iniciar trabajos de excavación.
La sorpresa fue descubrir, luego de retirar las capas de arena, una figura singular. Se trata del rostro de un batracio con manos humanas, hecho en altorrelieve con arcilla. La incisión que se conocía previamente era el inicio de un rayo que termina en el cráneo del sapo.
Resurgir de un ídolo
Abad comenta a la Agencia de Noticias Andin que esta estructura pertenece al periodo menos antiguo de este asentamiento, alrededor de 1,800 a 1,600 años antes de Cristo.
Corresponde a dicha época los frisos y demás decoración que caracteriza el lugar.
Algo anterior es el altorrelieve en forma de rostro humano hallado en una pared interior del área baja de esta misma edificación.
Una hipótesis que se baraja es que este ídolo en forma de batracio se relacione con la numerosa cantidad de esqueletos de sapos hallados en una pirámide cercana.
Otros descubrimientos recientes son la evidencia de un sacrificio humano en la pirámide del cuchillo y el de una huanca en la de la chacana o las shicras.
En el primer caso se trata de un cráneo seccionado por medio de un objeto lítico.
El segundo elemento es una piedra que sirve de herramienta para el estudio astronómico. En ella se ve el dibujo de la Luna.
Sitio ceremonial
De acuerdo a los especialistas del Proyecto Especial Arqueológico Caral Supe, la pirámide de las Cornisas contiene mayor reunión de elementos decorativos que otros del complejo de Vichama por ser este un sitio público ceremonial.
Por ejemplo, se encuentra en esta edificación gran cantidad de hornacinas usadas para el culto.
Hicieron notar que el empleo con fines religiosos de este componente arquitectónico se mantuvo en el mundo andino incluso hasta la época inca.
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