viernes, 12 de diciembre de 2014

Figallo dice haber sido víctima de maniobra deliberada de Vilcatoma para perjudicarlo


  • Niega cualquier acto de corrupción o falta ética
ANDINA/Héctor Vinces 









Lima, dic. 11. El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Daniel Figallo, dijo haber sido víctima de una maniobra deliberada, tramada por la entonces procuradora anticorrupción, Yeni Vilcatoma, para perjudicarlo con la grabación subrepticia de sus conversaciones sobre la colaboración eficaz. 

Al culminar su intervención en el Congreso, Figallo dijo que el diálogo con Vilcatoma tuvo como objetivo entender la figura de la colaboración eficaz, dada la aparente discrepancia entre su sector y la Procuraduría Anticorrupción sobre el tema.

Según dijo, ya en ese momento Vilcatoma tenía como objetivo incriminarlo y solo estaba “buscando el dato preciso para disparar” en su contra, por lo cual grababa las conversaciones.

Como prueba, indicó que en el diálogo difundido en la prensa es posible notar que él se expresa sobre generalidades, pero Vilcatoma trata deliberadamente de llevarlo a la situación específica de Belaunde.

“En ese encuentro hay una persona (Vilcatoma) que ya hace tiempo estaba formando una hipótesis de incriminación en mi contra, que ya la tenía configurado y solo estaba buscando el dato preciso para disparar, en cambio yo hablaba libremente”, manifestó.

Como prueba de su inocencia, manifestó no tener ningún solo papel o expediente relacionado con el caso “La Centralita”, el cual involucra a Belaunde.

Dijo que si hubiera tenido la intención de intervenir, con mayor razón si desconocía estar siendo grabado, habría solicitado más información sobre el caso, algo que nunca ocurrió.

Además, ratificó que en la reunión con los representantes del Ministerio Público, en ningún momento se tocó el tema de Belaunde Lossio.

Figallo también precisó que el asesor presidencial en temas jurídicos, Eduardo Roy Gates, no requería autorización para reunirse funcionarios con el a fin de conocer temas de interés nacional, como el caso de corrupción en Áncash.

En la parte final de su intervención, agradeció a los congresistas por darle la oportunidad de defenderse, incluso a aquellos críticos a su actuación pública.

“Agradezco incluso a aquellos críticos que tienen posición discrepante con lo que he expuesto, pero que saben y reconocen de la honestidad de quien habla, a aquellos que consideran que pudo haber habido un error o defecto, pero que saben que quien les habla no se casa con la corrupción”, indicó.

Debate
La exposición inicial de Figallo generó un intenso debate entre la oposición y el oficialismo en el Congreso, el cual no estuvo exento de polémicas y fuertes discrepancias.

Los fujimoristas de Fuerza Popular, entre ellos Juan Díaz Dios, Luz Salgado y Rolando Reátegui, consideraron que el ministro debe renunciar al cargo porque a su juicio intentó favorecer a un prófugo de la justicia.

Coincidieron en que de no renunciar, votarán a favor de la censura cuando la moción que pide esa sanción sea sometida a debate la próxima semana.

Asimismo, los legisladores Luis Galarreta, del PPC; y Mauricio Mulder, de Concertación Parlamentaria, cuestionaron a Figallo y demandaron su renuncia.

Por parte del oficialismo, los legisladores Daniel Abugattás, Martín Rivas, Julia Teves y Teófilo Gamarra, entre otros, respaldaron al ministro y subrayaron que los audios dados a conocer demuestran que no intentó en ningún momento favorecer a Belaunde..

Abugattás recordó que quienes acusan al ministro de corrupción, como el fujimorismo y los apristas, defienden los actos de corrupción cometidos cuando sus respectivos partidos gobernaron el país.

Cuando intervenía Abugattás se produjo un impasse que llevó a la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, a suspender la sesión por breves minutos

En tanto, legisladores de otras bancadas como Yonhi Lescano (AP-FA), Natalie Condori (Dignidad y Democracia) y Martín Belaunde (Solidaridad Nacional), cuestionaron el pedido para censurar a Figallo sin antes haberlo escuchado.

A juicio de estos parlamentarios es necesario mostrar una actitud mucho más firme en contra de la corrupción.

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