viernes, 4 de noviembre de 2016

Más de 300 viviendas de comunidad shipibo-konibo quedaron reducidas a cenizas


Foto: ANDINA/Carlos Lezama.
Lima, nov. 4. Más de 300 viviendas de la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo, la mayoría construidas con madera y calaminas, quedaron reducidas a cenizas durante el gigantesco incendio que se desató después de la medianoche en un mercado aledaño, pero que luego se expandió a esa zona de viviendas vulnerables.

Manuel Vera, comandante del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, estimó en "RPP" que el número de damnificados supera los 700 y podrían ser más de un millar, quienes lo perdieron todo y ahora claman por ayuda.

El incendio se propagó con gran rapidez debido a la presencia de viviendas de material rústico y por los artículos inflamables almacenados en algunos talleres dentro de la comunidad.

Para controlar las llamas, Sedapal aumentó la presión del agua; mientras que los bomberos acudieron con unos 30 camiones cisternas, así como ambulancias para atender a los posibles heridos.

Estas familias, asentadas allí desde el 2001, estaban a la espera de su reubicación en un terreno de Campoy, según lo había previsto la anterior gestión edilicia.

Una versión sin confirmar señala que el desastre habría ocurrido debido a una vela encendida que se dejó tras una reunión. Durante el siniestro explosionaron balones de gas, lo que contribuyó a propagar el fuego.

Personal de Seguridad del Estado llegó hasta el lugar para investigar las posibles causas del incendio. ANDINA

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