lunes, 20 de diciembre de 2010

Mineras y ecología, problemática latinoamericana


Rafael Brindis Gómez

Lima, Perú l  De acuerdo con información de diarios locales, “Perú es uno de los países con mayor número de concesiones mineras”, e incluso legisladores de la República proyectaron crear “zonas de exclusión minera” como parte del ordenamiento territorial. 

Planean dejar a salvo zonas de páramos, cabezas de cuencas, áreas de cultivo tradicional, bosques y áreas naturales, como única forma de evitar mayores conflictos sociales, ya qu
e existen departamentos (estados) con hasta cincuenta por ciento de su territorio concesionado, o el treinta y nueve por ciento, como es el caso de Lima.

Contaminación con mercurio
En el año 2000, al menos doscientas cincuenta y una personas de la comunidad Choropampa, Cajamarca, resultaron afectadas por el descuido de una compañía minera que contaminó la zona con un derrame de mercurio, según un “informe detallado sobre algunos ríos, lagunas y comunidades afectados por la actividad minera”. Los ríos Rami, en Puno; Madre de Dios y afluentes, en la provincia del mismo nombre; Rímac, en Lima, y Marañón, en la región central, también sufrieron las consecuencias.

Entre las personas afectadas, destaca la información, se cuenta la muerte, el año pasado (2009), del alcalde de Choropampa, con la sintomatología propia de los contaminados con mercurio, en tanto que una pobladora de esta comunidad dio testimonio de que “la gente sigue muriendo” por los mismos motivos y la mayoría de pobladores “ya no podemos trabajar como antes”.

El mercurio es un elemento químico utilizado en la extracción de oro en el Perú, y los efectos negativos que pueden tener las diferentes formas de mercurio en los seres vivos están muy condicionados por la bioacumulación (acumulación dentro del organismo) y la biomagnificación (acumulación a lo largo de la cadena alimentaria), y en los peces, el metilmercurio se une tan fuertemente a los tejidos que, aun cesando la exposición, tarda mucho en desaparecer.

Desaparece laguna por la acción minera
De igual manera, el 28 de octubre reciente, un congresista denunció la desaparición de la laguna de Conococha, en la región de Ancash, por efectos de la exploración y explotación minera que realiza la empresa Chancadora Centauro. Esta situación está teniendo consecuencias como la contaminación de las aguas, aire y extinción de la fauna en la zona.

La laguna de Conococha es cabecera de las cuencas de los ríos Santa, Fortaleza y Pativilca, y la explotación minera pone en riesgo la vasta riqueza forestal y faunística que existe en la zona, además de estar contaminando el agua con la que se abastecen las provincias de Ancash. Antes, incluso, había nevados que en la actualidad han desaparecido.

En esta provincia no cuentan con estudios serios de impacto ambiental y presionan a las comunidades para que otorguen su consentimiento aun cuando ha quedado de manifiesto que proyectos anteriores, como el de La Oroya, han tenido consecuencias negativas en la salud de los pobladores, sobre todo en niños cuya sangre arrojó altas concentraciones de plomo.

También las generadoras de energía contaminan
En horas de la madrugada del 8 de octubre pasado, miles de peces murieron en los ríos Monobamba, Uchubamba, Tulumayo y Chanchamayo, en la región de Junín, debido a que la empresa generadora de energía EDEGEL abrió las compuertas de la represa Chimay para limpiarla por arrastre, de la que emanaban olores nauseabundos.

Una congresista reportó en su momento, luego de hacer las evaluaciones y estudios correspondientes, la muerte de miles de peces de las especies carachamas, boquichicos, doncellas, así como grandes bagres, a lo largo de los ríos antes mencionados.

El daño ocasionado representó un crimen ecológico, dijeron las autoridades, ya que no sólo trajo como consecuencia la muerte de los peces en los ríos de Junín, sino un problema de salud pública tanto por el consumo del agua como de los productos acuáticos, ya que la población consumidora presentó cuadros de intoxicación y enfermedades dermatológicas, algunas en grados severos.

Bosque de puya raimondi, más extenso del mundo, en peligro
Esta zona, única en el mundo, está en proceso de ser reconocida como Área de Conservación Regional por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio Nacional del Ambiente (Minam). 

La puya raimondi (Puya raimondii) figura en la “lista roja” de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y en el Récord Guiness porque presenta, una sola vez, más de treinta mil flores poco antes de morir. 

El bosque de puya Raimondi -una planta también conocida como titanca- más grande del mundo tiene una extensión de más de seis mil hectáreas, es denominado “Titankayocc”, y actualmente está en peligro de extinción, de acuerdo con estudios realizados por organismos internacionales defensores del ambiente. 

La puya raimondi, descubierta en 1874 por el naturalista Antonio Raimondi, sólo existe en la región andina, principalmente en Perú, y figura en los récords Guiness porque llega a medir hasta doce metros de altura, vive entre ochenta y cien años y poco antes  de morir florece sólo una vez, produciendo treinta y tres mil hermosas flores de color blanco y cuarenta millones  de semillas.

Más de trescientas especies de otras plantas, cincuenta y seis especies de aves, entre ellas el colibrí gigante de treinta centímetros, y diez especies de mamíferos como el gato y puma andino, forman parte del ecosistema del bosque de puya raimondi “Titankayocc”, ubicado a tres horas de la ciudad de Huamanga (Ayacucho).


Actualmente, la tala ilegal sin reforestación, los incendios repetidos para generar o mantener pastos, la expansión agrícola, el sobrepastoreo, el uso de la puya como combustible o material de construcción por las poblaciones locales, además del cambio climático, tienen amenazada a esta singular área de incalculable valor ecoturístico.

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