martes, 3 de enero de 2012

Promotores de revocatoria deben dar a conocer sus fuentes de financiamiento, opinan



  • Peñaflor considera que autoridades cuyo mandato pretende ser revocado deben evaluar su gestión

Giovanna Peñaflor, directora de la encuestadora Imasen. Foto: ANDINA/archivo
Giovanna Peñaflor, directora de la encuestadora Imasen.
Foto: ANDINA/archivo
Lima, ene. 03 (ANDINA). Los promotores de una revocatoria deben informar, por un principios de transparencia, cuáles son sus fuentes de financiamiento porque el proceso de recolección de firmas es un proceso costoso, opinó hoy la analista Giovanna Peñaflor.

“Como en todo proceso electoral, debe buscarse el tema de la transparencia (…) 

La revocatoria debe seguir los mismos procesos que se dan en un proceso electoral normal. Es decir, que quienes recogen las firmas o desarrollan estas campañas, deben informar sobre su fuente de financiamiento”, comentó.

Mencionó que la recolección de firmas adherentes implica un proceso de capacitación, de logística, de ingreso de data al sistema informático, cuyo costo es alto y ello debe implicar una fuente identificable para efectos de fiscalización electoral.

Como experta en marketing político y sondeos de opinión, refirió que esa identificación de financiamiento puede revelar el origen de los fondos para la campaña e identificar a quienes buscan la revocatoria de una autoridad local o regional.

“Yo no podría decir que un ciudadano que decida comprar un kit electoral, no tiene una intencionalidad política, y quienes están detrás de esa intencionalidad política, deben estar claramente identificados”, indicó.

Peñaflor sostuvo que los procesos de revocatoria no son fáciles porque el hecho de decidir que una autoridad no continúe para el tiempo que fue elegida, no debe ser tampoco un proceso irreflexivo, sino que tiene que ser producto de una evaluación serena y seria de la población.

Debido a lo complejo del proceso, recordó que en años anteriores, la mayor parte de revocatorias no terminan con la autoridad a revocar fuera del cargo.

“Son pocos los procesos de revocatoria que terminan en esa situación. Lo que sí suele generar es inestabilidad, y una inestabilidad por el hecho de que la autoridad que está en el cargo, suele avocarse más al problema político que hacer su función”, argumentó.

Según cifras de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), menos de un tercio de los kits adquiridos para los últimos procesos de revocatoria de mandato de autoridades municipales terminaron en solicitudes formales de destitución de alcaldes y regidores, de las cuales un porcentaje menor terminó con autoridades revocadas.

Peñaflor consideró, asimismo, necesario que las autoridades cuya revocatoria es solicitada evalúen su gestión y ver qué correctivos pueden hacer.

Acerca de la revocatoria de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, opinó en Radio Exitosa que un año de gestión es un tiempo corto para que las autoridades sean sometidas a la revocatoria.

Sin embargo, uno de los promotores de esta revocatoria, Marco Tulio Gutiérrez, justificó la apelación a ese mecanismo al considerar ineficiente la gestión realizada por Villarán en su primer año.

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