- Caídos en la Guerra del Pacífico y en el incendio de El Agustino
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| Foto: ANDINA/Melina Mejía. |
El historiador y comandante del CGBVP, Julio César Coz Vargas, cuenta que, en la historia de los hombres y mujeres de rojo del Perú, cuatro son los momentos más dramáticos de su memoria institucional.
En defensa de la patria
El más emblemático de ellos ocurrió el 13 de enero de 1881, en plena Guerra del Pacífico cuando 13 bomberos ítaloperuanos de la compañía Garibaldi, fueron fusilados por militares chilenos en Chorrillos, porque fueron acusados de espías.
La ejecución a este grupo de jóvenes italianos e hijos de italianos, fue donde hoy se ubica el túnel de La Herradura. Tenían entre 25 y 28 años, y fueron sorprendidos al sofocar los incendios que provocaban los bombardeos chilenos en el distrito de Chorrillos.
“Una patrulla creyó que habían visto las armas de combate de los barcos de guerra de los vecinos del sur”, recordó Coz Vargas.
Sin embargo, quince años antes, el primer héroe bombero fue Antonio Alarco Espinoza, de acuerdo a la historia de las mujeres y hombres de rojo en el Perú.
Él perdió la vida durante el combate naval de 2 de mayo en 1866 cuando las fuerzas peruanas resistieron un ataque de la armada española que aún se resistía a perder su poder en América Latina.
“Murió en el torreón de La Merced (fortaleza del Real Felipe), defendiendo entonces la novel república del Perú de las intenciones de invasión española”, destacó.
Plumereros
Ya en el siglo XX, durante el gobierno de Miguel Sánchez Cerro, en lo que fue la calle Plumereros (cuarta cuadra del jirón Camaná), cinco bomberos perecen el 14 de febrero de 1931 en un incendio de grandes proporciones en esa popular calle.
Ellos formaron parte de diferentes compañías nacionales. Tres, integraban la compañía Cosmopolita, uno, la compañía Salvadora Lima; y el otro, la compañía France. Fueron conocidos como los cinco mártires de la calle plumereros.
El Agustino
A esta casta de hombres con una férrea vocación de servicio, se han sumado los tres bomberos que encontraron la muerte la noche del martes 18 de octubre por intentar rescatar de las llamas de fuego a un grupo de personas afectadas por el incendio de El Agustino.
A través de una resolución jefatural, el CGBVP determinó que Alonso Salas Chanduví, Eduardo Jiménez Soriano y Raúl Sánchez Torres sean declarados mártires del cuerpo de bomberos voluntarios y ascendidos póstumamente por perder la vida en acto de servicio y cumplir su misión voluntariamente.
“Nuestra actividad está signada por el infortunio, estamos expuestos a amenazar nuestra vida, cuerpo y salud”, comentó el comandante. ANDINA
Merecido recuerdo y reconocimiento para todos aquellos que han dado su vida por salvar a otros.
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