El ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, visita Lima. Foto: ANDINA/Alberto Orbegoso. 08/06/2010 |
Lima, dic. 03 (ANDINA). Las sociedades peruanas ya masticaban hojas de coca hace 8,000 años y su uso habría estado restringido a la clase privilegiada, según una nueva investigación que da cuenta de evidencias arqueológicas halladas en ruinas del noroeste del Perú que muestran la planta mascada y rocas ricas en calcio.
Según los científicos en declaraciones a la revista Antiquity que publicó el estudio, esas rocas pudieron haber sido quemadas para crear cal que, masticada con coca, liberaba más cantidad de sus compuestos químicos activos.
El hallazgo adelanta unos 3,000 años la fecha conocida sobre el primer uso de la hoja de coca, que contiene una variedad de compuestos químicos conocidos como alcaloides (la cocaína es uno de los más comunes).
Los antiguos peruanos masticaban coca con propósitos medicinales, pues las hojas de esta planta contienen otros alcaloides que producen efectos estimulantes moderados: pueden reducir el hambre, ayudar a la digestión, y mitigar los efectos de la alta altitud y los ambientes con niveles bajos de oxígeno.
En el pasado se había encontrado evidencia de hojas de coca masticadas de unos 3,000 años de antigüedad, pero la adición de sustancias ricas en calcio -que ayudan a sustraer más niveles de alcaloides- parecía ser una práctica mucho más reciente, informa la BBC.
La evidencia muestra que el amplio uso hoy en día entre los pobladores de la zona andina del Perú y Bolivia es una práctica comparativamente reciente y que antes esa práctica estaba restringida a la clase privilegiada.
Esta vez, el doctor Tom Dillehay, de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), y sus colegas encontraron evidencias tanto de hojas masticadas de coca como de rocas ricas en calcio que fueron quemadas y raspadas para obtener ceniza para mascar.
La evidencia fue hallada en ruinas de pisos de casas donde habitaban pueblos de cazadores en el noroeste de Perú. Las condiciones habían sido favorables en la zona para preservar lo que normalmente hubieran sido restos orgánicos y efímeros de una pasada civilización.
Las muestras datan de unos 8,000 años y la sorpresa más grande fue la distribución de los hallazgos.
"No lo encontramos en el contexto de muchos hogares, como si fuera algo que mucha gente usara en exceso, sino más bien parecía estar restringido a determinados hogares de individuos y producido en una especie de contexto público, no individualizado", explica el científico.
"La evidencia que tenemos sugiere que la práctica era diferente a lo que ocurre hoy en día en las sociedades de Occidente, donde el que tiene los recursos económicos puede tener acceso a las plantas medicinales."
Frente a los esfuerzos internacionales para reducir la producción de coca en los Andes debido a su asociación con la cocaína, Dillehay señala que esta planta ofrece mucho más que eso: "Algunos argumentan que masticar coca es una tradición histórica relativamente reciente, es decir, de hace varios siglos o unos miles de años".
"Pero es una tradición de los Andes con profundas raíces económicas, sociales e incluso religiosas", sostiene.
Peter Houghton, del King's College de Londres, manifestó que el hallazgo es importante porque cambia la fecha del inicio de la práctica de masticar coca y agrega que no es sorprendente el hecho que su consumo parecía estar restringido a unos pocos.
"La evidencia muestra que el amplio uso hoy en día entre los pobladores de esa región andina de Perú y Bolivia es una práctica comparativamente reciente y que antes esa práctica estaba restringida a la clase privilegiada", afirma el experto.
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