- Por investigadores del Instituto del Mar del Perú
Especies marinas halladas por científicos del Imarpe en la Antártida. Foto: Imarpe. |
Lima, abr. 01 (ANDINA). Novedosas especies halladas en el fondo marino de aguas antárticas podrían servir de potencial alimentación e insumo para la elaboración de medicinas en la industria farmacéutica, informó hoy el jefe científico del Instituto del Mar de Perú (Imarpe), Martín Salazar Céspedes.
“La diversidad biológica que encontramos en la Antártida es indescriptible, y si bien tenemos mucha riqueza en nuestro mar es necesario proyectarse en caso de que el cambio climático afecte nuestras aguas. Es necesario tener una reserva”, comentó a la Agencia Andina Salazar Céspedes, quien participó en la campaña Antar XXI.
Los estudios que realizaron los científicos peruanos, según el experto, determinaron que
el pez nototénido, una de las 13 especies localizadas, es apto para el consumo humano y ya se encuentra en las mesas de Japón, Polonia y Rusia.
Los nototénidos se concentran en el fondo marino, a más de 300 metros de profundidad, a temperaturas que superan los cinco grados bajo cero. Tienen gran capacidad de adaptación a los cambios de temperatura y de salinidad.
“Esta especie ha logrado adaptar sus características biológicas al medio ambiente. No sólo la hemos encontrado en las profundidades del estrecho de Bransfield, sino cerca de la bahía Almirantazgo donde se ubica nuestra base Machu Picchu”, agregó.
Es interesante destacar que las investigaciones realizadas determinaron que el color de su piel, por ejemplo, depende de la diversidad de algas que consumen.
Además, por sus características físico-químicas esta especie tiene nutrientes que sirven para el consumo humano, pero también poseen componentes que la industria farmacéutica puede utilizar para desarrollar productos con fines terapéuticos.
Los científicos de Imarpe encontraron también en el fondo azul de la Antártida, a 130 metros de profundidad, una colección de 10 especies de estrellas de mar, algunas de 26 centímetros de radio, y 26 tipos de algas, para citar algunos hallazgos.
Salazar Céspedes, quien también participó en la tercera campaña hacia el Continente Blanco que emprendió el Perú en 1991, destacó el seguimiento que hizo el equipo del krill, principal especie marina del ecosistema antártico.
A la fecha, comentó, el Imarpe sólo recopiló información de la vida y el comportamiento del krill hasta los 100 metros de profundidad. Gracias a los estudios en el fondo marino, ya tiene datos completos de su presencia que explican la biodiversidad existente allí.
Según dijo, las investigaciones de las especies marinas encontradas que realizará el Imarpe, colocarán a Perú en la vitrina de los estudios científicos. “Por eso, el Estado tiene que apostar por la ciencia y las investigaciones”, puntualizó.
Por primera vez, desde que Perú inició sus estudios en el Continente Blanco en 1988, científicos de Imarpe efectuaron operaciones de pesca en grandes profundidades durante la campaña Antar XXI.
El buque científico, especialmente implementado para realizar tareas de investigación dentro y fuera de sus instalaciones, partió el pasado 7 de enero de la Base Naval del Callao y retornó el 26 de marzo, después de casi 80 días de travesía por las heladas aguas del Continente Blanco.
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